Recién liberado de prisión y marcado por enemigos implacables, Nate debe proteger a toda costa a su hija de 11 años, Polly, de quien se ha distanciado. Con escasos recursos y sin nadie en quien confiar, Nate y Polly forjan un vínculo bajo fuego mientras él le enseña a luchar y sobrevivir, y ella le enseña el verdadero significado del amor incondicional.