Sarah, de 17 años, sumida en la angustia adolescente, es una persona extrema que, en sus ensayos con un grupo de teatro, se transforma hasta casi entrar en trance, y sus actuaciones, tanto en casa como en otros lugares, rozan el exceso. Un padre frío e intelectual, una madre tímida, una hermana menor y un hermano mayor que se ha ido de casa completan el cuadro: una bomba de relojería silenciosa.