Inglaterra, 1954. En un tren a Londres, Fitzwilliam conoce a la señorita Pinkerton, quien le dice que un asesino anda suelto en el tranquilo pueblo inglés de Wychwood, bajo Ashe. Los aldeanos creen que las muertes son accidentes, pero la señorita Pinkerton sabe lo contrario, y cuando más tarde la encuentran muerta camino a Scotland Yard, Fitzwilliam siente que debe encontrar al asesino antes de que puedan atacar de nuevo.